jueves, mayo 18, 2006

Thursday, never looking back...

Todos lo estábamos esperando. Porque aunque no sea fin de semana, no me digáis que no os llega cierto aromilla tasquero... a que sí! Va, va, no disimuléis. Ya sé que estáis currando, que acabaréis cansados y que bla, bla, bla... pero coño, es jueves y es día de tascas!
Qué tal unos quintos, unas setitas y unas risas en ernesto? Incontestable, lo sé.
Y para que lo que queda del día se os haga un poco más ameno, os dejo un pequeño problema de lógica, el cual seguro que algunos no dudarán en intentar (Kelo te espero!!!).
Respuestas y entrega de premios esta tarde en las tascas, a las 8.30.

En el planeta M'Gar está la colonia más distante que hayan edificado los terráqueos. Allí los recursos son escasos... y la vida difícil. La colonia debe autoabastecerse porque los viajes espaciales son lentos e inseguros. La supervivencia exige un esfuerzo permanente... y casi todos los días hay malas noticias. Esta vez la tragedia comienza con la caída de un meteorito ¡que viene cargado de ESPORAS PELIGROSÍSIMAS!. A través de estas esporas, la gripe galáctica ataca a la colonia del planeta M'Gar. No hay modo de identificar a una persona recién infectada... hasta que aparecen los síntomas, semanas más tarde. Nadie quiere tocar nada, el virus de la gripe galáctica se transfiere rápidamente de un organismo a otro, o de un organismo a un objeto, que, a su vez, puede contaminar a cualquier otro organismo u objeto que lo toque.
Para colmo de males, la directora de la colonia sufre un terrible accidente, y hay que practicarle de inmediato TRES operaciones. El doctor Xenophón hará la primera operación, el doctor Ypsilanti la segunda, y el doctor Zeno la tercera. Cualquiera de los tres y también la directora, puede estar infectado por la gripe galáctica, ¡sin saberlo!
En la colonia sólo hay dos pares de guantes esterilizados, no hay tiempo para esterilizarlos de nuevo una vez usados. ¡Y cada cirujano debe usar las dos manos para operar!. Cuando el doctor Xenophón opere, puede contaminar el interior de un par de guantes, y la directora el exterior; lo mismo puede suceder cuando opere el doctor Ypsilanti, y cuando opere el doctor Zeno.
De todos modos cumplirán su tarea sin riesgos: usarán los guantes de manera que ninguno de ellos contagiará a otro ni tampoco a la directora, ni se contagiará de la directora.

A ver quién es el guapo que me lo explica!!! Se puede hacer, lo juro. Y sabéis que no me molan las adivinanzas chorras. A pensar!!!